II.4.6 Es importante mencionar que eventos naturales, como descargas de los ríos y ciclones, pueden provocar un aumento en las concentraciones de nutrientes. En un estudio realizado en el estuario del Rio Neuse (Estados Unidos), Paerl et al. (1998) encontraron a lo largo del año distintos patrones de concentración de N y P disueltos en las descargas de agua dulce. Cuando las descargas aumentaban, eran seguidas de incrementos notables en la productividad primaria, que daban como consecuencia condiciones de hipoxia y anoxia en los sedimentos (debido a la precipitación de materia orgánica de la columna de agua) y finalmente se registraba la muerte de la macrofauna del lugar.
Es difícil predecir estos fenómenos, ya que los modelos que simulan la hipernutrificación y eutroficación, aunque han sido adecuados en ambientes dulceacuícolas, en ambientes costeros han tenido poco éxito. En este sentido Barg (1992) señala que las dificultades resultan de la influencia que tiene la salinidad en la estratificación, la resuspensión por oleaje y lo complicado que resulta cuantificar las interacciones entre los procesos biológicos, químicos y físicos que se dan en estos ambientes.
En el presente es imposible predecir la eutroficación resultado de la hipernutrificación causada por las granjas acuícolas. Mediciones directas de la cantidad de nutrientes y de la producción primaria, pueden dar una estimación de biomasa fitoplanctónica. No obstante, el nitrógeno adicional no necesariamente es aprovechado por el fitoplancton. A pesar de que haya altas concentraciones de nutrientes en el medio, el crecimiento del fitoplancton puede estar limitado por otros factores como la cantidad de luz y la mezcla vertical (Barg, 1992). Por otro lado, las condiciones hidrográficas como flujos de agua y tasa de recambio de los cuerpos de agua semicerrados, pueden limitar la acumulación de biomasa fitoplanctónica.
Un enriquecimiento moderado de nutrientes al medio pudiera ser benéfico para aumentar la producción de pelágicos marinos; pero tal incremento no se ha demostrado. Experimentos con 20 sistemas naturales en los cuales se manipuló la presencia de nutrientes, consumidores y peces, revelaron que aunque existe un incremento en el fitoplancton, este efecto es atenuado en los niveles tróficos superiores. Una de las razones puede ser que la eficiencia para transferir la producción primaria a los niveles más altos dependa de la calidad del alimento, ya que frecuentemente el incremento en la proporción de microalgas no comestibles acompaña al enriquecimiento antropogénico de nutrientes. Finalmente en sistemas marinos abiertos, la advección o pérdida de nutrientes e individuos del sistema focal, puede abatir las interacciones biológicas en los niveles tróficos adyacentes (Micheli, 1999).
Si se examinan en conjunto los efectos de las descargas de los asentamientos urbanos, de la agricultura, la acuicultura y la actividad industrial, existe una alta correlación entre el grado de contaminación costera y los eventos de florecimientos de algas y de mareas rojas. En los florecimientos de algas, se observa primero un incremento en diatomeas, seguido por uno de dinoflagelados (este fenómeno posiblemente esté asociado con el decremento de las razones Si:P, N:P), varios de los cuales producen toxinas (Mclean, 1993).
Debido a este motivo, la zona costera de los países en desarrollo es un foco de atención para los especialistas en manejo ambiental, debido a que se prevé un manejo inadecuado de los recursos y una destrucción masiva de los hábitats, por lo que se espera un aumento en la presencia de florecimientos de algas (GESAMP, 1990).
Algunos de los productos tóxicos de las microalgas presentes en las mareas rojas son venenos neurotóxicos, veneno de la diarrea, ácido domoico, veneno paralítico (saxitoxinas), tetrodoxinas y anatoxinas. Algunos florecimientos de fitoplacton no son tóxicos, pero causan mortalidades por el déficit de oxígeno en el sedimento como consecuencia de la acumulación de materia orgánica (Maclean, 1993) y como consecuencia los organismos en cultivo puede ser afectados por estos eventos.
II.5 Destrucción de manglar
II.5.1 Importancia ecológica del manglar. El término de manglar se refiere a varias especies de árboles capaces de vivir en agua y suelo salado, los cuales forman densos bosques en la línea de la costa. Se estima que hay 24 millones de hectáreas de manglar en los países tropicales y subtropicales del mundo. Las comunidades de manglar son fuentes de importantes aportaciones de materia orgánica a los esteros y lagunas costeras. En un estuario del sur de Florida, se estimó que 40% del detritus total era aportado por el manglar (Pillay, 1992). La materia orgánica es aprovechada por organismos que habitan en estas zonas, a tal punto que se considera que varias pesquerías de peces y crustáceos están soportadas por esta fuente de alimento (Clark, 1992).
Por otro lado el manglar provee de hábitat a varias especies terrestres (entre ellas las aves, lagartos y mamíferos pequeños) y acuáticas (peces, crustáceos y moluscos), varios de los cuales pasan las primeras etapas de vida en esta zona de refugio y alimentación. Otra importante función se refiere la estabilización de sustrato y formación de barreras que protegen a la zona costera en caso de tormentas (Pillay, 1992).
El valor económico del manglar generalmente es subestimado. Muchos de los beneficios que éste ofrece no han sido evaluados o son ignorados y como consecuencia difícilmente son convertibles con valores actuariales. En opinión de Clark (1992), el mayor peligro para los bosques de manglar es la decisión de los humanos de convertirlos en áreas residenciales, comerciales, agrícolas, industriales o acuícolas.
El manglar, aunque resistente a ciertos fenómenos físicos, puede morir debido al aumento de salinidad (por obstrucción de canales), excesiva sedimentación o derrames de petróleo. En general se proponen las siguientes medidas para protegerlo a) no alterar la calidad y tiempo de las descargas de agua dulce al manglar, b) no alterar la frecuencia de inundación por mareas y patrones de circulación superficial y c) no alterar la estructura física, las propiedades químicas y las actividades biológicas del sedimento (Clark, 1992).
II.5.2 Construcción de granjas en el manglar. El cultivo de camarón ha sido señalado como la principal causa de la destrucción de manglar en los países tropicales y subtropicales. Lo anterior ha llamado la atención internacional, ya que actualmente se reconoce que estas comunidades son un recurso valioso (Csavas, 1993). En 1983, se estimó un total global de 243,000 km2 de manglar, si se asume que las 765,000 ha de camarón existentes en 1988 se construyeron sobre esta comunidad, ésto representa menos del 5% del recurso global. Sin embargo, muchos países como China han desarrollado la camaronicultura en áreas desprovistas de manglar.
La acuicultura ha contribuido a esta deforestación (pero no ha sido la principal causa), pero es difícil cuantificar con exactitud el área utilizada para la acuicultura. Países como Filipinas, Tailandia, Malasia, Indonesia y Ecuador han contribuido significativamente, pero a pesar de ello el área total deforestada por la acuicultura continúa siendo menor al 5% del recurso global (Phillips et al., 1993).
Existe la creencia de que el cultivo de camarón ha crecido a expensas de la destrucción de los manglares (Landesman, 1994; Rosenthal, 1994), aunque la relación entre el área de manglar y la producción de camarón en diferentes países parece ser inverso (Figura 30). Los manglares son áreas sub-óptimas para el cultivo de camarón, ya que la construcción de estanquería es difícil y costosa, el suelo es muy ácido y su mejoramiento implica costos adicionales (Pillay, 1992). La única ventaja que representan es la obtención de semilla (juveniles) silvestre para ser sembrada en las granjas (Barg, 1992), pero esta tendencia tiende a desaparecer (Menasveta, 1997).
Barg (1992) sugiere que la ubicación de estanquería en áreas de manglar debe ser usada como última opción. Primero debe ser evaluada la alternativa de construir tierra adentro, o bien utilizar las granjas que ya fueron abandonadas. En caso de que no exista otra alternativa al desmonte, se debe evitar el daño a las ensenadas y recodos de manglar que son zonas de refugio y alimentación de crías.
II.5.3. Otros usos del manglar. Además de la construcción de granjas acuícolas, el manglar tiene diversos usos. Al respecto la Unión Internacional Para la Conservación de la Naturaleza y Recursos Naturales (UICN), ha contabilizado 24 usos de los manglares (Pillay, 1992), algunos de los cuales se resumen en la tabla 21, junto con las estimaciones de la escala de impacto que tienen estas actividades, entre ellas resalta el impacto que genera la obtención de madera.
Como se observa, la acuicultura no es la actividad más destructiva de las comunidades de manglar, ya que otros usos deforestan áreas mayores. Uno de los países que más se ha criticado por la destrucción de manglar en Asia es Tailandia. Entre las consecuencias más graves se señalaba la disminución de la pesca de camarón a raíz de la construcción de granjas. Sin embargo, este país ratificó en 1981 las 12 millas de mar territorial con los países vecinos, de manera que perdió casi el 50% de sus zonas tradicionales de pesca, lo cual explica porque a partir de esa fecha el volumen de camarón capturado disminuyó (Menasveta, 1997).
Aunque es cierto que en Tailandia se destruyó más de la mitad del manglar entre 1961 y 1993, la deforestación para fines de camaronicultura contribuyó con el 17% del área total, mientras que otros usos utilizaron el 36% de esta comunidad (Figura 31). La mayor tasa de destrucción ocurrió en los años de 1979-1986. A partir de esta fecha la deforestación disminuyó significativamente; mientras que la producción de camarón por acuicultura incrementó, como resultado de la construcción de granjas tierra adentro y de la modernización en las técnicas de cultivo (Menasveta, 1997).
El manglar como filtro de efluentes de camarón. Las comunidades de manglar y pastos marinos pueden procesar a largo plazo los nutrientes. Robertson y Phillips (1995) estimaron en Tailandia que la comunidad de manglar puede soportar cargas de 71 kg×Ha-1×año-1 de N y 20 kg×Ha-1×año-1 de P. Lo anterior indica que se requieren de 2 a 3 ha de manglar para asimilar la descarga de nutrientes de una ha de camarón en cultivo semi-intensivo y hasta 22 ha de manglar para una ha de cultivo intensivo de camarón. Aunque, Boto et al. (1989) señalan que la comunidad de manglar puede tolerar sostenidamente hasta 300 kg×Ha-1×año-1 de N y 30 kg×Ha-1×año-1 de P.
No obstante, antes de que los manglares puedan ser usados como filtros de las granjas camaroneras, se debe realizar más investigación respecto a los efectos de las altas concentraciones de amonio y de materia orgánica particulada de los efluentes, sobre los procesos de transformación de nutrientes en los sedimentos del manglar, además sobre el crecimiento de los árboles (Robertson y Phillips, 1995).
II.6 Conclusiones
a) La acuicultura al igual que otras actividades productivas requiere de insumos, utiliza espacios y genera desechos. En los últimos años ha crecido de manera importante y en forma acelerada y este fenómeno ha generado diversos tipos de impacto en el ambiente, provocados por las especies cultivadas, por las sustancias químicas y otros insumos empleados o bien por la naturaleza de las áreas ocupadas.
b) Mantener la diversidad de plantas y animales así como la estabilidad de los sistemas acuáticos y terrestres es prioritario, y además hay que considerar que en la actualidad gran parte de la actividad acuícola está directamente influenciada por el ambiente. A largo plazo, se deben buscar formas de mantener el equilibrio de los sistemas naturales, al mismo tiempo que se satisfacen las necesidades de bienestar de la población humana.
c) El cultivo de los OGM acuáticos plantea interesantes alternativas para incrementar a futuro la cantidad y calidad de productos acuáticos. La inserción de genes puede mejorar las tasas de crecimiento y de sobrevivencia además de permitir cultivar especies donde anteriormente no era posible. Descartar a priori su uso puede ser incorrecto, ya que actualmente hay varios países en el mundo con déficit de alimentos, no obstante las consecuencias de su utilización deben ser debidamente valoradas, como es el caso del uso de especies introducidas a ambientes diversos de su hábitat original.
d) En la actualidad se cuenta con un panorama general de los impactos ambientales que son provocados por la acuicultura, pero se requiere más información tanto de campo como de laboratorio, con base en la cual se puedan desarrollar medidas apropiadas para el manejo de cultivos y la mitigación de sus impactos al ambiente.
e) Desde el punto de vista técnico, este tipo de trabajo es multidisciplinario por lo cual se deberá desarrollar una mayor colaboración entre los sectores productivo, gubernamental y académico; del mismo modo la interacción y retroalimentación entre ellos deberá mejorar, especialmente considerando el punto siguiente, que se hizo evidente en esta revisión.
El enfoque global que propone la FAO para tratar los impactos de la acuicultura es correcto, ya que las acciones tomadas en un país en algunos casos repercuten en otros, creando problemas regionales, que deberán ser discutidos y resueltos considerando que el desarrollo equilibrado de esta biotecnología es prioritario a escala mundial, por lo cual la resolución de los problemas o de las divergencias sectoriales, regionales e internacionales debería ser parte de las prioridades a corto plazo para los tres sectores mencionados.
Es difícil predecir estos fenómenos, ya que los modelos que simulan la hipernutrificación y eutroficación, aunque han sido adecuados en ambientes dulceacuícolas, en ambientes costeros han tenido poco éxito. En este sentido Barg (1992) señala que las dificultades resultan de la influencia que tiene la salinidad en la estratificación, la resuspensión por oleaje y lo complicado que resulta cuantificar las interacciones entre los procesos biológicos, químicos y físicos que se dan en estos ambientes.
En el presente es imposible predecir la eutroficación resultado de la hipernutrificación causada por las granjas acuícolas. Mediciones directas de la cantidad de nutrientes y de la producción primaria, pueden dar una estimación de biomasa fitoplanctónica. No obstante, el nitrógeno adicional no necesariamente es aprovechado por el fitoplancton. A pesar de que haya altas concentraciones de nutrientes en el medio, el crecimiento del fitoplancton puede estar limitado por otros factores como la cantidad de luz y la mezcla vertical (Barg, 1992). Por otro lado, las condiciones hidrográficas como flujos de agua y tasa de recambio de los cuerpos de agua semicerrados, pueden limitar la acumulación de biomasa fitoplanctónica.
Un enriquecimiento moderado de nutrientes al medio pudiera ser benéfico para aumentar la producción de pelágicos marinos; pero tal incremento no se ha demostrado. Experimentos con 20 sistemas naturales en los cuales se manipuló la presencia de nutrientes, consumidores y peces, revelaron que aunque existe un incremento en el fitoplancton, este efecto es atenuado en los niveles tróficos superiores. Una de las razones puede ser que la eficiencia para transferir la producción primaria a los niveles más altos dependa de la calidad del alimento, ya que frecuentemente el incremento en la proporción de microalgas no comestibles acompaña al enriquecimiento antropogénico de nutrientes. Finalmente en sistemas marinos abiertos, la advección o pérdida de nutrientes e individuos del sistema focal, puede abatir las interacciones biológicas en los niveles tróficos adyacentes (Micheli, 1999).
Si se examinan en conjunto los efectos de las descargas de los asentamientos urbanos, de la agricultura, la acuicultura y la actividad industrial, existe una alta correlación entre el grado de contaminación costera y los eventos de florecimientos de algas y de mareas rojas. En los florecimientos de algas, se observa primero un incremento en diatomeas, seguido por uno de dinoflagelados (este fenómeno posiblemente esté asociado con el decremento de las razones Si:P, N:P), varios de los cuales producen toxinas (Mclean, 1993).
Debido a este motivo, la zona costera de los países en desarrollo es un foco de atención para los especialistas en manejo ambiental, debido a que se prevé un manejo inadecuado de los recursos y una destrucción masiva de los hábitats, por lo que se espera un aumento en la presencia de florecimientos de algas (GESAMP, 1990).
Algunos de los productos tóxicos de las microalgas presentes en las mareas rojas son venenos neurotóxicos, veneno de la diarrea, ácido domoico, veneno paralítico (saxitoxinas), tetrodoxinas y anatoxinas. Algunos florecimientos de fitoplacton no son tóxicos, pero causan mortalidades por el déficit de oxígeno en el sedimento como consecuencia de la acumulación de materia orgánica (Maclean, 1993) y como consecuencia los organismos en cultivo puede ser afectados por estos eventos.
II.5 Destrucción de manglar
II.5.1 Importancia ecológica del manglar. El término de manglar se refiere a varias especies de árboles capaces de vivir en agua y suelo salado, los cuales forman densos bosques en la línea de la costa. Se estima que hay 24 millones de hectáreas de manglar en los países tropicales y subtropicales del mundo. Las comunidades de manglar son fuentes de importantes aportaciones de materia orgánica a los esteros y lagunas costeras. En un estuario del sur de Florida, se estimó que 40% del detritus total era aportado por el manglar (Pillay, 1992). La materia orgánica es aprovechada por organismos que habitan en estas zonas, a tal punto que se considera que varias pesquerías de peces y crustáceos están soportadas por esta fuente de alimento (Clark, 1992).
Por otro lado el manglar provee de hábitat a varias especies terrestres (entre ellas las aves, lagartos y mamíferos pequeños) y acuáticas (peces, crustáceos y moluscos), varios de los cuales pasan las primeras etapas de vida en esta zona de refugio y alimentación. Otra importante función se refiere la estabilización de sustrato y formación de barreras que protegen a la zona costera en caso de tormentas (Pillay, 1992).
El valor económico del manglar generalmente es subestimado. Muchos de los beneficios que éste ofrece no han sido evaluados o son ignorados y como consecuencia difícilmente son convertibles con valores actuariales. En opinión de Clark (1992), el mayor peligro para los bosques de manglar es la decisión de los humanos de convertirlos en áreas residenciales, comerciales, agrícolas, industriales o acuícolas.
El manglar, aunque resistente a ciertos fenómenos físicos, puede morir debido al aumento de salinidad (por obstrucción de canales), excesiva sedimentación o derrames de petróleo. En general se proponen las siguientes medidas para protegerlo a) no alterar la calidad y tiempo de las descargas de agua dulce al manglar, b) no alterar la frecuencia de inundación por mareas y patrones de circulación superficial y c) no alterar la estructura física, las propiedades químicas y las actividades biológicas del sedimento (Clark, 1992).
II.5.2 Construcción de granjas en el manglar. El cultivo de camarón ha sido señalado como la principal causa de la destrucción de manglar en los países tropicales y subtropicales. Lo anterior ha llamado la atención internacional, ya que actualmente se reconoce que estas comunidades son un recurso valioso (Csavas, 1993). En 1983, se estimó un total global de 243,000 km2 de manglar, si se asume que las 765,000 ha de camarón existentes en 1988 se construyeron sobre esta comunidad, ésto representa menos del 5% del recurso global. Sin embargo, muchos países como China han desarrollado la camaronicultura en áreas desprovistas de manglar.
La acuicultura ha contribuido a esta deforestación (pero no ha sido la principal causa), pero es difícil cuantificar con exactitud el área utilizada para la acuicultura. Países como Filipinas, Tailandia, Malasia, Indonesia y Ecuador han contribuido significativamente, pero a pesar de ello el área total deforestada por la acuicultura continúa siendo menor al 5% del recurso global (Phillips et al., 1993).
Existe la creencia de que el cultivo de camarón ha crecido a expensas de la destrucción de los manglares (Landesman, 1994; Rosenthal, 1994), aunque la relación entre el área de manglar y la producción de camarón en diferentes países parece ser inverso (Figura 30). Los manglares son áreas sub-óptimas para el cultivo de camarón, ya que la construcción de estanquería es difícil y costosa, el suelo es muy ácido y su mejoramiento implica costos adicionales (Pillay, 1992). La única ventaja que representan es la obtención de semilla (juveniles) silvestre para ser sembrada en las granjas (Barg, 1992), pero esta tendencia tiende a desaparecer (Menasveta, 1997).
Barg (1992) sugiere que la ubicación de estanquería en áreas de manglar debe ser usada como última opción. Primero debe ser evaluada la alternativa de construir tierra adentro, o bien utilizar las granjas que ya fueron abandonadas. En caso de que no exista otra alternativa al desmonte, se debe evitar el daño a las ensenadas y recodos de manglar que son zonas de refugio y alimentación de crías.
II.5.3. Otros usos del manglar. Además de la construcción de granjas acuícolas, el manglar tiene diversos usos. Al respecto la Unión Internacional Para la Conservación de la Naturaleza y Recursos Naturales (UICN), ha contabilizado 24 usos de los manglares (Pillay, 1992), algunos de los cuales se resumen en la tabla 21, junto con las estimaciones de la escala de impacto que tienen estas actividades, entre ellas resalta el impacto que genera la obtención de madera.
Como se observa, la acuicultura no es la actividad más destructiva de las comunidades de manglar, ya que otros usos deforestan áreas mayores. Uno de los países que más se ha criticado por la destrucción de manglar en Asia es Tailandia. Entre las consecuencias más graves se señalaba la disminución de la pesca de camarón a raíz de la construcción de granjas. Sin embargo, este país ratificó en 1981 las 12 millas de mar territorial con los países vecinos, de manera que perdió casi el 50% de sus zonas tradicionales de pesca, lo cual explica porque a partir de esa fecha el volumen de camarón capturado disminuyó (Menasveta, 1997).
Aunque es cierto que en Tailandia se destruyó más de la mitad del manglar entre 1961 y 1993, la deforestación para fines de camaronicultura contribuyó con el 17% del área total, mientras que otros usos utilizaron el 36% de esta comunidad (Figura 31). La mayor tasa de destrucción ocurrió en los años de 1979-1986. A partir de esta fecha la deforestación disminuyó significativamente; mientras que la producción de camarón por acuicultura incrementó, como resultado de la construcción de granjas tierra adentro y de la modernización en las técnicas de cultivo (Menasveta, 1997).
El manglar como filtro de efluentes de camarón. Las comunidades de manglar y pastos marinos pueden procesar a largo plazo los nutrientes. Robertson y Phillips (1995) estimaron en Tailandia que la comunidad de manglar puede soportar cargas de 71 kg×Ha-1×año-1 de N y 20 kg×Ha-1×año-1 de P. Lo anterior indica que se requieren de 2 a 3 ha de manglar para asimilar la descarga de nutrientes de una ha de camarón en cultivo semi-intensivo y hasta 22 ha de manglar para una ha de cultivo intensivo de camarón. Aunque, Boto et al. (1989) señalan que la comunidad de manglar puede tolerar sostenidamente hasta 300 kg×Ha-1×año-1 de N y 30 kg×Ha-1×año-1 de P.
No obstante, antes de que los manglares puedan ser usados como filtros de las granjas camaroneras, se debe realizar más investigación respecto a los efectos de las altas concentraciones de amonio y de materia orgánica particulada de los efluentes, sobre los procesos de transformación de nutrientes en los sedimentos del manglar, además sobre el crecimiento de los árboles (Robertson y Phillips, 1995).
II.6 Conclusiones
a) La acuicultura al igual que otras actividades productivas requiere de insumos, utiliza espacios y genera desechos. En los últimos años ha crecido de manera importante y en forma acelerada y este fenómeno ha generado diversos tipos de impacto en el ambiente, provocados por las especies cultivadas, por las sustancias químicas y otros insumos empleados o bien por la naturaleza de las áreas ocupadas.
b) Mantener la diversidad de plantas y animales así como la estabilidad de los sistemas acuáticos y terrestres es prioritario, y además hay que considerar que en la actualidad gran parte de la actividad acuícola está directamente influenciada por el ambiente. A largo plazo, se deben buscar formas de mantener el equilibrio de los sistemas naturales, al mismo tiempo que se satisfacen las necesidades de bienestar de la población humana.
c) El cultivo de los OGM acuáticos plantea interesantes alternativas para incrementar a futuro la cantidad y calidad de productos acuáticos. La inserción de genes puede mejorar las tasas de crecimiento y de sobrevivencia además de permitir cultivar especies donde anteriormente no era posible. Descartar a priori su uso puede ser incorrecto, ya que actualmente hay varios países en el mundo con déficit de alimentos, no obstante las consecuencias de su utilización deben ser debidamente valoradas, como es el caso del uso de especies introducidas a ambientes diversos de su hábitat original.
d) En la actualidad se cuenta con un panorama general de los impactos ambientales que son provocados por la acuicultura, pero se requiere más información tanto de campo como de laboratorio, con base en la cual se puedan desarrollar medidas apropiadas para el manejo de cultivos y la mitigación de sus impactos al ambiente.
e) Desde el punto de vista técnico, este tipo de trabajo es multidisciplinario por lo cual se deberá desarrollar una mayor colaboración entre los sectores productivo, gubernamental y académico; del mismo modo la interacción y retroalimentación entre ellos deberá mejorar, especialmente considerando el punto siguiente, que se hizo evidente en esta revisión.
El enfoque global que propone la FAO para tratar los impactos de la acuicultura es correcto, ya que las acciones tomadas en un país en algunos casos repercuten en otros, creando problemas regionales, que deberán ser discutidos y resueltos considerando que el desarrollo equilibrado de esta biotecnología es prioritario a escala mundial, por lo cual la resolución de los problemas o de las divergencias sectoriales, regionales e internacionales debería ser parte de las prioridades a corto plazo para los tres sectores mencionados.
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