MÉTODOS PARA LA DESINFECCIÓN DE LOS
ESTABLECIMIENTOS DE ACUICULTURA (primera parte)
A. MÉTODOS PARA LA DESINFECCIÓN DE PISCIFACTORÍAS
1. PRINCIPIOS GENERALES
La elección de los procedimientos de desinfección depende del tamaño, el tipo y la naturaleza de los materiales y sitios que hay que desinfectar. Con la excepción de la piel del personal y los huevos, que se deben desinfectar con productos no corrosivos, las superficies a desinfectar constan de tejidos o materiales entretejidos (vestidos, redes), superficies duras (plástico, cemento) o materiales permeables(tierra, grava). La desinfección es más difícil en el caso de las superficies permeables y requiere más tiempo. En el cuadro 1 se indican los ingredientes más comunes y los métodos a utilizar en función de esos criterios.
El uso de productos químicos conlleva la implementación de medidas para proteger al personal y a los animales de cultivo y mitigar los efectos medioambientales. En primer lugar, es necesario proteger la piel y los ojos del contacto con sustancias peligrosas utilizando vestimenta impermeable, botas, protección ocular y un sombrero. El aparato respiratorio debe protegerse con una máscara y el operador no debe tocar alimento alguno sin haberse lavado a conciencia las manos. Finalmente, los productos deben almacenarse de forma que no represente ningún peligro directo o indirecto para la vida del animal/pez o para la vida humana o el medioambiente. El material debe limpiarse a fondo antes de su desinfección. El material orgánico generado/eliminado durante el proceso de limpieza, como el fango de un estanque, etc., debe eliminarse de una forma adecuada que impida la propagación de enfermedades por dicho material y de forma segura para el medio ambiente..
Lo ideal es que se establezcan procedimientos regulados para el uso de desinfectantes en acuicultura. Un esquema para la aprobación debe tomar en consideración el efecto de la desinfección contra los patógenos diana, así como las propiedades toxicológicas y eco-toxicológicas de los productos. Después de la desinfección o eliminación, el criadero debe reabastecerse de fuentes libres de la enfermedad
Cuadro 1. Desinfección y método de uso
Cuadro 1 (continuación). Desinfección y método de uso
9 TRO: Oxidante residual total
Cuadro 1 (continuación). Desinfección y método de uso
a Peligroso − Véanse las precauciones indicadas en las recomendaciones generales
* Las concentraciones indicadas son las de la sustancia activa. NB: Los productos químicos deben ser aprobados para el uso prescrito de acuerdo con las especificaciones del fabricante.
2. NEUTRALIZACIÓN DE HALÓGENOS
El cloro y el yodo son muy tóxicos para los animales acuáticos y, a fin de evitar accidentes graves debido a una manipulación errónea, se recomienda neutralizar estos productos con tiosulfato de sodio – cinco moles de tiosulfato neutralizan cuatro moles de cloro. Las proporciones moleculares son las mismas para el yodo.
Por lo tanto, para inactivar el cloro, la cantidad de tiosulfato usada debe ser 2.85 veces la cantidad de
cloro (expresada en gramos):
Número de gramos de tiosulfato = 2.85 × número de gramos de cloro.
Para el yodo, la cantidad de tiosulfato debe ser 0.78 veces la cantidad de yodo expresada en gramos:
Número de gramos de tiosulfato = 0.78 × número de gramos de yodo.
También es posible preparar una solución de tiosulfato al 1% por peso, en cuyo caso los volúmenes
son los siguientes (en ml):
1. para el cloro:
28.5 × [número de litros de la solución desinfectante × concentración de mg/litro] / 100
2. para el yodo:
Hay que multiplicar por 7.8 en vez de por 28.5.
B. MÉTODOS PARA LA DESINFECCIÓN DE CRIADEROS DE MOLUSCOS
1. PRINCIPIO GENERALES
Los principios generales relativos a la desinfección de los criaderos de moluscos (criaderos, instalaciones) conllevan la aplicación de tratamientos químicos en concentraciones suficientes, y durante periodos suficientes, para matar todos los organismos patógenos que, en caso contrario podrían acceder a los sistemas de agua que los rodean. Como la toxicidad propia de los desinfectantes impide un uso seguro en aguas abiertas o en sistemas de agua abiertos, la desinfección sólo se puede aplicar de forma razonable a los criaderos y a las instalaciones donde se encuentran los tanques, y, como norma, deben neutralizarse todos los desinfectantes antes de su vertido en el medio ambiental que las rodea. Además, como los criaderos de moluscos están ubicados en agua marina, también deben eliminarse con cuidado los compuestos que se forman durante la desinfección del agua marina (oxidantes residuales).
Se considera que no es práctica la desinfección de los huevos y fases larvarias para la mayoría de los sistemas de moluscos. Además hay poca información sobre procedimientos específicos de desinfección para los patógenos de los moluscos (i.e. Marteilia spp., Haplosporidium spp., Bonamia spp., Perkinsus spp., iridovirus y niveles patógenos de los microbios marinos) o el agua marina. Por tanto, los desinfectantes y las concentraciones dependen de los patógenos de que se trate y de la esterilización del agua marina. Pueden considerarse tres fases en la desinfección de los criaderos:
a) pre-tratamiento del agua entrante, v.g. filtros (1,0 y 0,22 μm) o desinfección química (véase la
sección B.2.) = protección de las existencias de moluscos;
b) tratamiento dentro de las instalaciones (especialmente los sistemas de reciclado) = protección de
las existencias de moluscos;
c) tratamiento del agua entrante = protección del entorno.
2. DESINFECTANTES* − TUBERÍAS Y TANQUES
Se recomienda encarecidamente la desinfección de las tuberías y los tanques; la frecuencia de la desinfección variará de acuerdo con el volumen de producción de existencias de moluscos. Las concentraciones grandes de moluscos deberían ser sometidas a rotación entre tanques desinfectados tan a menudo como resulte práctico, y/o mantenerse en agua marina que haya sido desinfectada con ozono (véase la sección B.3.a) o con cloro (véase la sección B.3.b) y, a continuación, neutralizada. Debería colocarse en tanques previamente desinfectados cada nuevo lote de moluscos introducido en la instalación.
Puesto que la presencia de materia orgánica reducirá el poder de desinfección de la mayoría de los desinfectantes, se recomienda el filtrado del agua entrante (véase la sección B.1.a). Además, deben limpiarse concienzudamente todas las superficies antes de la desinfección. El detergente utilizado debe ser compatible con el desinfectante y uno y otro deben ser compatibles con la superficie tratada (v.g. las soluciones yodóforas son, por lo común, acídicas, por lo que no se pueden utilizar con sobre el cemento, que es alcalino). Debe asegurarse que los desechos resultantes del lavado son desinfectados antes de su eliminación. Es preciso cubrir por completo las superficies, v.g., usando un aspersor o empapador de de alta presión. Se ha de llevar ropa protectora adecuada mientras se trabaja con cualquier desinfectante (véase la sección A.1).
También se recomienda el secado (diario) al aire o el secado con calor de las tuberías, tanques y otro equipamiento (v.g. bombonas para el cultivo de algas), además de la desinfección de todas sus superficies, (especialmente en los casos de brotes de enfermedades de etiología desconocida).
a) El cloro normalmente se aplica como hipoclorito sódico (Chlorox®, la lejía casera, etc.). Se llenan todas las tuberías con 50 mg de cloro/litro (= 50 partes por millón [ppm]). Se deja expuesto un tiempo de al menos 30 minutos antes de aclarar con agua marina limpia. Esa solución es efectiva contra la mayoría de los agentes microbianos y los protozoos labirintúlidos. El agua marina clorada debe neutralizarse antes de antes de liberarla desde la instalación en que se encuentra. Se consigue una neutralización óptima filtrándola con carbón vegetal activo (elimina el exceso de cloro y cloraminas). También pueden usarse agentes reductores como el tiosulfato de sodio o la aireación (que no eliminan las cloraminas tóxicas).
* Está comprobado que los productos especificados son satisfactorios para los fines indicados; eso no implica que otros productos no puedan ser igualmente satisfactorios.
b) Los yodóforos se aplican, por lo general, como soluciones alcalinas (Wescodyne®, Betadine®) a 200–250 mg de yodo/litro (ppm) con un tiempo de contacto de al menos 10 minutos. NOTA: Los yodóforos no son efectivos contra ciertos protozoos en suspensión, v.g. más de 1000 mg de yodo/litro es tolerado por Labyrinthuloides haliotidis del abulón. Los yodóforos pueden ser efectivos contra los parásitos protozoos tras un secado al aire o con calor de las superficies de los tanques y de las tuberías.
NOTA: Los yodóforos no son efectivos contra ciertos protozoos en suspensión, v.g. más de 1000 mg de yodo/litro es tolerado por Labyrinthuloides haliotidis del abulón. Los yodóforos pueden ser efectivos contra los parásitos protozoos tras un secado al aire o con calor de las superficies de los tanques y de las tuberías.
Espero les sea de su agrado y les sirva mucho la informacion. Subire el articulo por partes.Continuacion
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