3. DESINFECTANTES − AGUA EFLUENTE
a) Se ha usado con éxito el ozono para el control del contenido microbiano del agua efluente de las instalaciones de cuarentena.. Los componentes residuales, que se forman como resultado de la interacción del ozono con el agua marina (oxidantes residuales), a niveles de 0,08–1,0 mg/litro se consideran suficientes para reducir de forma significativa los microbios vivos (sobre todo bacterias).
NOTA: La existencia de una cantidad de ozono residual en agua marina es problemática debido a la formación rápida y continua de productos oxidantes en el agua marina. Los residuos formados por el ozono y el agua marina (hipobromito, bromina o ácido hipobromoso) son tóxicos para las larvas de la ostra (y posiblemente para las larvas de otros moluscos) y deberían eliminarse utilizando un filtro de carbón vegetal antes de circular a través/fuera de la instalación de moluscos. Para lograr una esterilización completa, , v.g. para cuarentena, puede que se necesite un tratamiento del agua marina con UV tras la ozonización.
b) El cloro administrado como hipoclorito sódico a una concentración de 25 mg de cloro/litro es efectivo contra ciertos protozoos (L. haliotidis); sin embargo, se recomiendan 50 mg de cloro/litro para la esterilización microbiana completa (como en el caso de las tuberías y tanques – véase sección B.2.a). Se pueden usar concentraciones más altas bajo ciertas condiciones (v.g. la cuarentena); sin embargo, dichas concentraciones requieren un tratamiento de neutralización proporcionalmente mayor y sistemas de escape para humos tóxicos que se producen.
c) Los yodóforos no son tan efectivos para eliminar los protozoos como los dos tratamientos
mencionados anteriormente.
4. DESINFECTANTES − VESTIMENTA Y EQUIPO
Se limpian las superficies con detergente y desinfectantes antes de la desinfección propiamente dicha.
a) Se pueden usar yodóforos (v.g. Wescodyne®, Betadine®) a 200–250 mg de yodo/litro para un pediluvio. NOTA: Los yodóforos tiñen la ropa.
b) El cloro (solución de lejía casera con 50 mg de cloro/litro) también es efectivo para pediluvios o para el lavado del equipo.
c) El hidróxido de sodio (1% de NaOH + 0,1% de Teepol® u potro detergente) proporciona un pediluvio efectivo para las botas de goma. NOTA: No usar con calzado/botas de calle.
5. RECOMENDACIONES ESPECIALES
a) El cloro y el ozono producen compuestos oxidantes residuales de larga permanencia en el agua marina. El agua marina con una salinidad 35 partes por mil (ppt) contiene 60 ppm de iones de bromuro, que produce hipobromito en presencia de ozono. El agua marina artificial desinfectada, a la misma salinidad, produce bromina y ácido hipobromoso. Como estos y otros compuestos residuales son tóxicos para las ostras en fase larvaria (y posiblemente también para otros moluscos), debe pasarse el agua marina por un filtro de carbón vegetal antes de usarse con larvas de moluscos vivas.
Los protocolos alternativos para la neutralización de halógenos incluyen el tratamiento con
tiosulfato de sodio o potasio (véase la sección A.2).
b) Deben controlarse periódicamente los oxidantes residuales, especialmente en los lugares en los que hay fluctuación de la temperatura. Como no se puede medir con precisión el ozono residual del agua marina, deben establecerse protocolos de control alternativos, como un bucle de realimentación.
Debe haber sistemas de escape de humos para eliminar los humos tóxicos (producidos durante la desinfección) de áreas de trabajo cerradas. Para la eliminación de los humos tóxicos debe cumplirse la normativa local relativa a la atmósfera.
c) Pueden utilizarse las siguientes prácticas de manejo para la reducción de la proliferación de patógenos oportunistas dentro de un criadero de moluscos o de una instalación de mantenimiento:
i) se han de mantener existencias de algas y cultivos libres de patógenos;
ii) se utiliza un filtrado de agua adecuado, desinfección regular de los tanques, tuberías y equipo, baños de pies y cambios de agua;
iii) se aíslan las existencias infectadas y el equipo asociado al primer indicio de enfermedad;
iv) se elimina la existencia infectada y se esteriliza el equipo;
v) se identifica la fuente de infección en la instalación de mantenimiento para evitar infecciones adicionales (existencias de algas, sistema de agua entrante, reproductores, existencia de larvas).
C. MÉTODOS DE DESINFECCIÓN PARA CRIADEROS DE CRUSTÁCEOS
1. PRINCIPIOS GENERALES
La elección del método de desinfección a utilizar en un criadero de crustáceos depende de muchos factores, entre los que se encuentran: la razón o razones de la desinfección, tanto si se trata de una instalación con reproductores, o criadero de engorde; y también depende del tipo de criadero de engorde. Puesto que los camarones peneidos son hospedadores de todas las enfermedades de los crustáceos excepto una actualmente incluida en la lista del Código de animales acuáticos, en la presente sección, se ocupará del camarón peneido.
2. RAZÓN/RAZONES DE LA DESINFECCIÓN
La desinfección es una herramienta común en el manejo de las enfermedades en la producción de camarones. Puede usarse como práctica rutinaria en programas de bioseguridad diseñados para excluir enfermedades específicas, así como una medida sanitaria rutinaria empleada para reducir la incidencia dentro de los criaderos, o puede utilizarse como parte de los esfuerzos para la erradicación de enfermedades. El motivo específico de la desinfección será determinante en la estrategia de desinfección utilizada y la forma en que ésta se aplica.
3. OCURRENCIA DE ENFERMEDADES DE LA LISTA OFICIAL
Cuando una enfermedad de la lista de la OIE, o una enfermedad emergente de importancia que no figura en esa lista ocurre por primera vez en un criadero concreto (i.e. en una instalación de cuarentena), o dentro de una región o país que se cree que previamente han estado libres de esa enfermedad, puede ser aconsejable, o incluso necesario, erradicar la enfermedad despoblando la instalación y llevando a cabo una desinfección concienzuda de toda o de parte de la instalación. En algunas situaciones puede ser necesario dejar inactiva una instalación durante un periodo definido de tiempo (véase el capítulo 1.7.1, Directrices para el cultivo rotatorio en acuicultura en el Código de animales acuáticos).
4. PREVENCIÓN DE LA EXTENSIÓN DE LA ENFERMEDAD A POBLACIONES SILVESTRES
El vertido directo de poblaciones enfermas de camarones vivos (en cualquier fase de vida; i.e. huevos fertilizados o sin fertilizar, larvas, postlarvas, juveniles o adultos) o productos de desecho provenientes de los mismos (i.e. desechos de la planta procesadora tales como conchas, trozos de camarones rotos, etc.) en aguas receptoras (i.e. arroyos, ríos, estuarios, bahías, áreas del litoral) constituye una práctica peligrosa que facilita la propagación de la enfermedad desde las poblaciones de cultivo a las existencias de crustáceos silvestres o a los criaderos cercanos en los que se usa el mismo suministro de agua, y eso no debería permitirse. Con existencias de cultivo, cuando se toma la decisión de eliminar una población (i.e. que se está cultivando en un tanque de piscifactoría o en un estanque de crecimiento) debido a la presencia de la enfermedad (o a una pobre actuación de cultivo que puede deberse a una enfermedad no diagnosticada), La existencia de un tanque o estanque debería recogerse y/o sacrificarse de forma humanitaria en el tanque o estanque. Debe desinfectarse el agua del tanque o estanque (véanse la subsecciones específicas que tratan de la desinfección de tanques y estanques en la sección 5) antes del vaciado. El tanque o estanque vacío debe desinfectarse antes de la repoblación.
5. SANEAMIENTO RUTINARIO Y BIOSEGURIDAD
Muchos criaderos de crustáceos, especialmente los destinados al cultivo del camarón peneido, emplean medidas que incluyen una serie de métodos de desinfección para la prevención y control de la enfermedad. Tales medidas pueden formar parte de un programa de bioseguridad rutinario que puede haberse diseñado para la exclusión de enfermedades específicas y o constituir medidas de exclusión de pestes y enfermedades.
5.1. Desinfectantes
La siguiente lista contiene los desinfectantes recomendados para usarse en criaderos de (el régimen de los desinfectantes adecuados para cada aplicación específica se discuten en la subsección correspondiente):
– cloro (a hipoclorito cálcico, HTH™ o una solución con lejía que contenga suficiente concentración de hipoclorito);
– gas formaldehído (de paraformaldehído sublimado o reacción concentrada de permanganato de formalina /potasio);
– yodo (del que contienen los yodóforos);
– cal (como óxido de calcio o hidróxido de calcio);
– luz UV (de la luz solar natural);
– ozono;
– vapor;
– agua caliente (60ºC);
– ácidos concentrados;
– desecación;
– detergentes (para limpieza general, teniendo algunos productos un cierto grado de poder desinfectante).
5.2. Criaderos y cultivo de reproductores/instalaciones de mantenimiento
Prácticamente en todos los criaderos de camarón peneido e instalaciones de cría/mantenimiento de reproductores se usa agua marina que ha sido desinfectada para eliminar posibles patógenos, insectos nocivos y agentes portadores de enfermedades por vía de filtrado mecánico, irradiación con UV y/o desinfección química. Esta se puede realizar mediante filtrado pasivo del agua originaria (i.e. mediante el uso de pozos de agua marina o puntos de los pozos) o mediante filtración mecánica con bombas de alta presión y una gama de mecanismos y tamaños de los poros para la filtración del agua. En algunas instalaciones se usa la filtración junto con la desinfección con luz UV del agua originaria, mientras que en otras se utilizan métodos de desinfección química, mediante cloración y descloración de grandes dosis de ozono y la subsiguiente eliminación de oxidantes residuales. Es típico que la desinfección química del agua original requiera la utilización de uno o más reservorios de almacenamiento en los que el agua se trata y se desintoxica antes de su uso en el criadero de camarón o la instalación con los reproductores. Hay numerosos manuales disponibles que se ocupan de los detalles relativos al diseño y manejo del cultivo del camarón, y en los que se ofrecen detalles sobre la desinfección del agua original.
a) Desinfección de los huevos y larvas en los criaderos de camarón peneido
Ciertas enfermedades víricas del camarón peneido (i.e. la Baculovirosis esférica, la Baculovirosis tetraédrica, las infecciones por Pavovirus hepatopancreático) se transmiten por contaminación fecal de los huevos depositados. Estas enfermedades, y las infecciones debidas a algunos otros virus de los camarones, tales como el virus de las manchas blancas, y ciertos agentes fúngicos y bacterianos de enfermedades pueden eliminarse o ver reducida su incidencia mediante el uso rutinario de protocolos de desinfección cuando se utilizan para desinfectar la superficie de los huevos y/o los nauplios recién incubados. A continuación se ofrece un método ampliamente utilizado:
Para huevos fertilizados10
Se recogen los huevos fertilizados. Se lavan con agua marina durante 1–2 minutos. Se sumergen totalmente los huevos en 100 ppm (partes por millón) de formalina durante 1 minuto. Se sumergen totalmente los huevos en yodóforo (0,1 ppm de yodo) durante 1 minuto. Se lava en agua marina corriente durante 3–5 minutos. Se transfieren a los tanques de cría de larva desinfectados.
Para nauplios11
Usando la respuesta fototáxica a la luz, se recogen los nauplios con redes o con cedazo. Se lavan con agua marina corriente durante 1–2 minutos. Se sumergen los nauplios en 400 ppm de formalina durante 30–60 segundos. Se sumergen completamente los nauplios en yodóforo (0,1 ppm de yodo) durante 1 minuto. Se aclara con agua de mar corriente durante 3– 5 minutos. Se transfiere a tanques de cría de larvas desinfectados.
b) Desinfección de los tanques, equipo, tuberías, aireadores de piedra, etc..
Para el saneamiento rutinario, los tanques de incubación de huevos y los de los reproductores (i.e. tanques para la maduración de los reproductores, el apareamiento el desove, la cría de larvas, los viveros interiores) deben limpiarse, desinfectarse y secarse entre uso y uso. Los tanques utilizados para los fines antes expuestos en criaderos de crustáceos (especialmente los camarones) son normalmente tanques prefabricados de fibra de vidrio, o se construyen con cemento y madera, y recubiertos o pintados con material de resina (v.g. resina epoxy o resina y fibra de vidrio) o recubiertos con forros de plástico fabricados para ese fin. Tras recolectar la existencia del tanque, deben eliminarse todos los objetos sueltos y los restos orgánicos de tamaño grande, tales como algas, heces, y restos alimenticios. Cuando se trate de tanques de tamaño relativamente pequeño, es aconsejable, tras la recolección de la existencia, llenar el tanque completamente, sumergir todo el equipo que no tenga poros y sea resistente a la corrosión (i.e. tuberías de aire, piedras aireadoras, tubos verticales, pantallas, recipientes de muestreo, etc.) en el tanque y añadir, a continuación hipoclorito cálcico para obtener un mínimo de 200 ppm de cloro libre. Se deja que éste actúe toda la noche. Transcurrido un tiempo conveniente de empapado con el cloro, se puede vaciar el tanque y lavarlo con agua dulce. Antes de drenar el sistema, se debe desclorar el agua tratada (véase la subsección específica sobre cloración en la presente sección), salvo que se cuente con sistemas adecuados de colección y tratamiento de efluentes. Después de lavar el tanque se le deja que seque por completo. Si los tanques son grandes, se debe hacer una limpieza inicial del mismo para eliminar los restos sueltos y luego una desinfección con una solución concentrada (~1.600 ppm de cloro) de hipoclorito de calcio. Se deja reposar varias horas el contenido del tanque y luego se lava, se llena y se vacía. Luego se frotan las superficies hasta que queden limpias de cualquier resto. Tras la desinfección con cloro, tanto los tanques pequeños como los grandes deben lavarse con agua limpia, luego se llenan y vacían para asegurarse de que no quedan restos de cloro antes de repoblar el tanque para otra cosecha.
10 Los huevos fertilizados son más sensibles a la formalina que los nauplios.
11 Los nauplios son mucho más fáciles de recoger que los huevos fertilizados en los criaderos
5.3. Desinfección de los estanques de crecimiento
Una vez efectuada la recogida rutinaria de la cosecha de un estanque de engorde (o de un tanque grande o canal utilizados para el engorde de una cosecha), debe inspeccionarse el fondo del estanque (o tanque). Deben tratarse o eliminarse los depósitos grandes de restos orgánicos. Eso es fácil cuando se trata de tanques forrados, canales, o estanques (i.e. vaciando y limpiando con una manguera de presión), pero representa un problema cuando se trata de estanques grandes con fondo de tierra. Se aplican muchos métodos para la desinfección y tratamiento del fondo de los estanques entre cosecha y cosecha. Esos métodos se describen detalladamente en varios manuales de acuicultura del camarón, y aquí nos limitaremos a listar brevemente algunos de ellos sin entrar en muchos detalles:
a) Cloración
Este desinfectante puede usarse para el tratamiento rutinario de los estanques entre cosechas o cuando el objetivo es erradicar la enfermedad. Después de vaciar el estanque, se retiran (y eliminan [véase la subsección sobre eliminación de cadáveres en la sección C.6]) tantos animales del sistema como sea posible (esto puede resultar difícil en sistemas en los que no sería práctica la eliminación de grandes cantidades de camarones muertos). Se rellena parcialmente el estanque (o se llena totalmente si es preciso), se interrumpe la adición de agua nueva, se interrumpe el vaciado del agua saliente, y se retira cualquier fuente interna o externa de aireamiento o cualquier medio de aireamiento que pudiera corroerse. Luego se distribuye una cantidad suficiente de hipoclorito cálcico granulado (como Olin HTH™) a fin de proporcionar una concentración de cloro residual libre de, como mínimo, 10 ppm dentro de todo el sistema de agua. (NB: La persona o personas que aplican el cloro deben llevar indumentaria externa impermeable para protegerse al piel, una máscara contra el cloro homologada y gafas o máscara facial para proteger los ojos.) Se redistribuye hipoclorito cálcico adicional con la frecuencia necesaria para mantener una concentración residual a 10 ppm. Deja que el sistema se asiente durante un mínimo de 24–48 horas (sobre todo si se aplica a sistemas grandes) a esa concentración mínima de cloro. El cloro matará todas los camarones y la mayoría, si no todos, de los organismos que ocupan la columna de agua o residentes en el estanque. Una vez que se ha tratado con cloro el estanque durante el tiempo mínimo necesario y antes de vaciar el agua, se neutraliza el cloro ya sea de forma pasiva por exposición a la luz solar y al aire durante aproximadamente 48 horas (sin añadir más cloro) ya sea añadiendo tiosulfato de sodio en una proporción de cinco (5) moléculas de tiosulfato de sodio por cada cuatro (4) moléculas de cloro (o de forma que el peso del tiosulfato de sodio sea 2.85 veces mayor que el peso del cloro del agua; ver el ejemplo siguiente).
Debería comprobarse de forma periódica la presencia de cloro residual; no debe vaciarse el agua hasta que alcance 0 ppm. Una vez verificado que el nivel de cloro es 0 ppm, el agua del sistema puede descargar al sistema de salida del agua del criadero. En algunos sistemas de cultivo, más concretamente en los canales, tanques y pequeños estanques recubiertos (i.e. aquellos sistemas en los que la mayor parte de los camarones no se eliminaron antes de la desinfección), deben recogerse los camarones muertos para su adecuada eliminación (ver el apartado sobre eliminación de animales muertos en la sección C.6).
b) Encalamiento
La cal, en forma de óxido de calcio y de hidróxido de calcio, debe aplicarse en suelo muy húmedo en una proporción de 5.000 kg/ha o 1.500 kg/ha, respectivamente. Ha de procurarse extender la cal de modo uniforme por la superficie del suelo. Se mantiene el estanque encalado durante al menos una semana, o hasta que el suelo se haya secado y esté quebradizo con grietas de unos 10–20 cm de una profundidad. Se puede añadir más cal después de roturarlo (ver más adelante) en una proporción del 50% de la cantidad normalmente prescrita. Se debe dejar que se seque el estanque durante al menos una semana, dependiendo del tiempo atmosférico.
c) Secado y roturado
Tanto si un estanque es tratado con cloro o encalamiento o se deja que se seque sin tratamiento como si no, el roturado se usa comúnmente para tratar el fondo del estanque a fin de reducir su contenido orgánico, mejorar el reciclado de los nutrientes, el pH de los tampones, eliminar los insectos nocivos y lograr la desinfección mediante una combinación de degradación microbiana, exposición a la luz solar, aireamiento y desecación. En algunas regiones, el secado y roturado del fondo de los estanques secos sólo se puede realizar durante la estación seca. Cuando es posible secar el estanque, debería dejarse que el estanque se seque hasta que la superficie del fondo se agriete hasta una profundidad de unos 10 cm. Una vez alcanzado ese nivel de sequedad, debe roturarse el suelo hasta una profundidad de unos 20 cm con un arado, labrador, rastra de discos, escarificador de dientes u otra herramienta agrícola similar. Los estanques así tratados deben mantenerse en ese estado durante al menos una semana antes de volver a llenarlos y repoblarles.
5.4. Desinfección del agua originaria
Como varias de las enfermedades de los camarones de la lista del Código de animales acuáticos, al igual que otras varias enfermedades importantes, pueden introducirse en los criaderos de camarones por medio del agua originaria entrante cuando ésta contiene vectores o portadores (i.e. cangrejos marinos o larvas de camarones silvestres infectados), la mayoría de los criaderos operan con planes de bioseguridad que incluyen normas para la desinfección del agua entrante. Eso se puede lograr por diversos medios que pueden incluir la combinación de una o varias de las siguientes estrategias:
a) Filtración del agua entrante – el agua se bombea a un canal de suministro/sedimentación donde pasa en primer lugar por unas tramas gruesas de barras para eliminar animales acuáticos y restos de gran tamaño. Luego se pasa el agua por una serie de tamices cada vez más finos, y el filtrado final se hace pasando el agua por un tamiz de saco de malla fina (150– 250 μm) antes de ser introducida en un estanque de cultivo o en un reservorio de almacenamiento.
b) En vez de usar redes de malla, algunos criaderos colocan estructuras de filtrado en el sistema de canales de suministro. Dentro de esas estructuras, hay una serie de compartimentos que se llenan con matrices de filtros, comenzando con grava gruesa para una primera eliminación de animales acuáticos y restos de gran tamaño, una sección intermedia con una matriz más fina de de arena y gravilla y la sección final, que contiene arena fina.
c) La cloración y descloración – se bombea el agua original a un canal de suministro o directamente a los estanques de cultivo o reservorios (con o sin filtrado) y se trata con suficiente cloro para eliminar cualquier vector o portador potencial del agua original.
d) ‘Intercambio de agua reducido o intercambio “cero”: En algunos criaderos se utilizan el aireamiento y re-circulación de agua suplementarios en estanques de cultivo y dentro de los sistemas de suministro y vaciado del criadero a fin de simplificar los requisitos relativos al agua original. Esto reduce el volumen de agua original que se ha de desinfectar antes de su uso y también reduce la pérdida de nutrientes en criaderos con agua efluente.
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6. ERRADICACIÓN DE ENFERMEDADES Y LIMPIEZA COMPLETA DE LA INSTALACIÓN
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